Autor: Sealtiel Enciso Pérez
En la plazoleta del malecón costero, frente a la calle Antonio Rosales, se alza una representación escultórica de gran belleza y significado. Esta obra de arte en bronce, inaugurada en el año 2004, es un testimonio del talento del reconocido escultor Guillermo Gómez Macías y rinde homenaje a la figura del pescador, símbolo de la cultura marítima de Baja California Sur.
La escultura captura la esencia del pescador en cada detalle. En ella, podemos apreciar a un hombre vestido con una camisa y pantalón corto, protegido del sol por una gorra cuartelera de papel. Se encuentra de pie dentro de un barco de papel que llega hasta su cintura, sosteniéndolo con una mano mientras la otra se cubre del sol para poder vislumbrar el horizonte en busca de nuevas oportunidades. Sus piernas y pies desnudos atraviesan el frágil barco de papel y descansan sobre una plataforma circular.
La escultura, con una altura de 2.30 metros, transmite la pasión y la conexión profunda del pescador con el mar. Su postura y expresión reflejan la determinación y el anhelo de aventura del hombre que se enfrenta a las aguas en busca de sustento y sueños. Cada rasgo meticulosamente tallado en bronce captura la esencia de su labor, sus sacrificios y su relación única con el mar.
Junto a la escultura principal, se encuentra una placa independiente que lleva grabado un poema evocador titulado "El viejo... y el mar". En este poema, escrito por Guillermo Valle Mac, se plasma la añoranza del pescador por navegar en su barco de papel, un símbolo de sus ilusiones y su deseo de explorar los mares más allá de los límites conocidos. El poema habla del anhelo de encontrar el puerto deseado, mientras se vislumbra la luz del faro que guía su camino.
Esta obra escultórica, más allá de su belleza estética, es un tributo a la labor y el espíritu del pescador. Representa la valentía de aquellos que se adentran en las aguas en busca de sustento y quienes, a través de su labor, han contribuido a forjar la identidad y la historia de Baja California Sur.
El pescador es un personaje central en la vida y la cultura de la región costera. Su trabajo representa una tradición arraigada en la historia de las comunidades locales, y esta escultura es un testimonio eterno de su importancia y su legado. A través de ella, se rinde homenaje a todos los hombres y mujeres valientes que se dedican a la pesca, enfrentando las inclemencias del mar para llevar sustento a sus familias y mantener viva una forma de vida ancestral.
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