Autor: Sealtiel Enciso Pérez
El ballet clásico es un arte que se distingue por su elegancia, precisión y capacidad para contar historias a través de la danza. Este domingo 25 de junio, el reconocido Studio de Ballet Petipa nos deleitó con una magnífica interpretación de la obra clásica "Don Quijote", bajo la dirección de la talentosa Prima Ballerina María Antonieta Cortés Bareño. En una mágica velada, los alumnos del estudio demostraron su destreza técnica y su pasión por la danza, cautivando al público presente en el teatro.
"Don Quijote" es un ballet inspirado en la famosa novela del escritor español Miguel de Cervantes Saavedra. La versión presentada por el Studio de Ballet Petipa es una adaptación coreográfica en dos actos que realizó el talentoso coreógrafo Marcus Petipa en el año de 1869, que destaca por su energía, vitalidad y un brillante despliegue de talento por parte de los bailarines.
Desde el comienzo de la función, el escenario se llenó de vida con un vibrante conjunto de danzas españolas. Los movimientos enérgicos y las coloridas vestimentas transportaron al público a la atmósfera festiva de la época, recreando a la perfección el ambiente de la historia original. Los bailarines, con su gracia y destreza, transmitieron la alegría y el espíritu del folclore español, cautivando los corazones de los espectadores.
El elenco principal estuvo encabezado por la Ballerina Magdiel Cota Aguiar, quien interpretó el papel de Kitri, una joven y encantadora campesina. Su presencia escénica fue deslumbrante, irradiando elegancia y fuerza en cada movimiento. Cota Aguiar nos regaló una interpretación llena de pasión y técnica impecable, conquistando el aplauso unánime de la audiencia.
El rol del caballero loco Don Quijote fue interpretado por el talentoso primer bailarín José Luis Larios Osuna. Su interpretación fue excepcional, transmitiendo a la perfección la dualidad del personaje: su locura y su nobleza. Larios cautivó con su habilidad técnica y su expresividad, llevando al público en un viaje emocional a través de la historia.
De excepcional fue la actuación especial de un grupo de intérpretes de Baile Flamenco, los cuales fueron expresamente contratados y traídos desde la Ciudad de México para esta puesta en escena. La dirección y coreografía fue de Xolatl Vázquez.
El resto del elenco de bailarines también merece un reconocimiento especial, ya que su desempeño fue destacado en todo momento. La precisión de los movimientos, la sincronización perfecta y la gracia con la que se desenvolvieron en el escenario, evidenciaron el arduo trabajo y la dedicación de los alumnos del Studio de Ballet Petipa. Cada uno de ellos demostró un dominio impecable de las técnicas clásicas, cautivando al público con su talento y su entrega.
La puesta en escena fue otro aspecto destacado de esta producción. Los decorados detallados y los hermosos trajes transportaron al público a la España del siglo XVII, creando un ambiente auténtico y visualmente impactante. El diseño de luces resaltó los momentos más emotivos y dramáticos de la obra, realzando la belleza de la danza y sumergiendo a la audiencia en la historia.
La acústica del Teatro de la Ciudad, permitió escuchar con gran calidad los arreglos de Ludwig Minkus. La música enérgica y emotiva enriqueció la experiencia del espectáculo, creando una sinergia perfecta con la danza y sumergiendo al público en cada escena.
La interpretación de "Don Quijote" por parte del Studio de Ballet Petipa fue una experiencia cautivadora y emocionante. La dirección de María Antonieta Cortés Bareño y el talento de los bailarines crearon una noche mágica llena de pasión, energía y belleza artística.
Esta presentación es un testimonio del nivel de excelencia que el Studio de Ballet Petipa ha alcanzado, y deja claro que el futuro de la danza clásica está en buenas manos. Sin duda, fue una velada inolvidable que dejó a los espectadores con el corazón lleno de admiración y el deseo de presenciar más obras maestras del ballet clásico.
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